“Siempre tengo un deseo tormentoso de ver las cosas como se podrían dar antes de mostrárseme. Ahí están bellas y tranquilas.” Kafka, Descripción de una lucha.
Las cosas están ahí, bellas y tranquilas, se nos presentan imperturbables; pero quizás sólo se detuvieron un momento para descansar de una coreografía que han ensayado durante años. Ahora bien, si la realidad no existiera debería construirla cada vez que la miro. En la intermitencia de la mirada podría intuirla y proyectarla. De ese modo lo que proyecto y lo que la realidad es serían lo mismo: no habría conflicto. Así ficción, intuición y realidad serían uno, pero más grande, magnificado.