Se trata de una crónica poética sobre la investigación de la obra Muchacho del Paraná (Lucio Fontana, 1942) que se encuentra en la plaza principal de Concordia (Entre Ríos). La investigación se estructura en tres ejes: 1. La pesquisa sobre cómo llegó la escultura a Concordia y el aporte de los relatos orales de los habitantes de la ciudad - que le han cambiado el nombre a la obra llamándola Niño pescador- ; 2. La relación fundante de la pieza con el río y el barro; 3. Mi propia relación con el río. El texto busca explicitar la reapropiación de una obra propia del litoral argentino.
La fuente está prendida y al Niño le cae agua de manera constante. ¿Será el agua de la fuente o la del río la que se llevará al Niño?
Como el pescado es tan resbaladizo el Niño lo sujeta firmemente con sus manos mientras pisa fuerte el suelo. Tiene un pie gigante. Casi como una pata de rana. Lo debe conservar de su antepasado de río. Cuando era pez o rana.
El Niño copia el gesto del pescado que tiene entre sus manos: mantiene la boca abierta, desesperado tratando de tomar aire en un mundo que no hará más que asfixiarlo. Parece sorprendido con los ojos bien abiertos pero decidido a conservarlo. ¿Lo habrá atrapado con sus propias manos en el agua? ¿Se habrá sumergido? La ropa parece mojada. Quizás poseía la habilidad de pescar con las manos. Tal vez los peces con confiaban en él porque era uno de los suyos. Ahora el Niño pesca y es pescado.